En el año 2020, Cáritas Asturias atendió a un total de 259 menores y 157 familias, dentro del Programa que se ocupa de estas realidades. Su responsable, Verónica González, recuerda que “Los niños han vivido unos meses muy duros. Se han interrumpido bruscamente los procesos de socialización y de relaciones, que son para ellos y para los adolescentes tan importantes para su desarrollo vital, y se han adaptado perfectamente a todas las medidas sanitarias que se han impuesto”. Con semejante comportamiento, destaca Verónica González que “en esta pandemia hemos aprendido muchísimo de los niños, y también se ha puesto de relevancia la función y la importancia que tiene la familia como núcleo y motor fundamental de la sociedad"
Poniendo el foco en los atendidos durante este pasado 2020 en Cáritas Asturias, la responsable del Programa de Menores y Familia de la institución, reconoce que “la brecha digital ha sido una circunstancia importante y complicada de solventar”. “Por un lado –afirma– estaba la dificultad material: las familias no tenían recursos informáticos como ordenadores, tablets o wifi, por lo que tuvimos que coordinarnos con la Consejería de Educación para poder proporcionarles estos materiales. Por otro lado, estaban las competencias digitales de estas. Aunque se les proporcionara el wifi, no sabían instalarlo, o no sabían utilizar las plataformas educativas, de manera que teníamos que acompañarles en esos procesos, y al mismo tiempo, estaba la cuestión del uso responsable de lo digital. En definitiva, vimos claramente que esa brecha tecnológica que existe da origen a muchísimas desigualdades, que ya venían de otras anteriores”.
Finalmente, el apoyo “emocional, de escucha, de reflexión y de apoyo” a las familias en general, fue otro de los puntos que el Programa de Menores y Familia de Cáritas Asturias ha trabajado especialmente en este último año, haciendo hincapié en la importancia del “cuidado del cuidador”.
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