Queridos Caballeros, Damas, Hermanos, Hermanas, amigos amigas todos:
Cuando mueras, no te preocupes por tu cuerpo ... tus familiares harán lo que sea necesario. Te quitarán la ropa. Ellos te lavarán. Ellos te vestirán. Te llevarán fuera de casa y te llevarán a tu nueva morada.
Muchos vendrán a su funeral para "despedirse". Algunos cancelarán sus compromisos e incluso faltarán al trabajo para ir a tu funeral.
Tus posesiones, lo que
no te gustaba prestar, se venderán, se regalarán o se quemarán. Tus llaves; tus herramientas; tus libros; tu cd; tus zapatos; tu
ropa... Y asegúrate de que el mundo no deje de llorar por
ti.
La economía continuará. En su trabajo, serás
reemplazado. Alguien con las mismas o mejores habilidades ocupará tu lugar.
Tus activos irán a tus herederos ...Y no dudes que seguirá
siendo citado, juzgado, cuestionado y criticado por las cosas grandes y
pequeñas que has hecho en la vida.
Las personas que solo
te conocieron por tu cara dirán: ¡Pobre hombre!. Tus amigos sinceros
llorarán durante unas horas o unos días, pero luego volverán a reír. Tus mascotas se acostumbrarán al nuevo dueño. Tus
fotos, por un tiempo, permanecerán colgadas en la pared o continuarán en algún
mueble, pero luego se colocarán en el fondo de un cajón.
Alguien más se sentará
en tu sofá y comerá en tu mesa.
El dolor profundo en tu hogar durará una semana, dos, un mes,
dos, un año, dos ... Luego serás sumado a los recuerdos y luego tu historia
habrá terminado. Terminó entre la gente, aquí, en este
mundo. Pero comenzará tu historia en tu nueva realidad
... en tu otra vida.
Tu vida donde no te
podías mover con las cosas que tenías aquí porque además, al irte, habrán
perdido el valor que tenían: cuerpo, belleza, apariencia,apellidos, confort,
crédito, estado, posición, cuenta bancaria, hogar, automóvil, profesión,
títulos, diplomas, medallas, trofeos, amigos, lugares, cónyuge, familia ...
En tu nueva vida solo
necesitarás tu espíritu. El valor que has acumulado para él aquí será la única
fortuna con la que contarás allí.
Cuando vives una vida
de amor por los demás y en paz con los demás, estás amasando tu fortuna
espiritual.
Por todo esto, trata de
vivir plenamente y ser feliz mientras estés aquí porque, como dijo Francisco de
Asís: “Recuerda que cuando abandones esta tierra, no
podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has
dado”.
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